5/11/09

El horror oculto

Miércoles, 3 a.m.. Me despierto. Algo me inquieta. Me viene a la mente una cara gorda aplastada contra el suelo. Tengo que dibujarla. Algo significa. Si me vuelvo a dormir esa cara vuelve a mi cuerpo. Tengo que expulsarla, plasmarla en algo físico. Un viejo apunte de la facultad es lo más cercano que tengo. Después de 30 minutos está ahí, frente a mí, sin observarme, pero libre de mi cuerpo al fin. Me siento relajado. Me vuelvo a dormir.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

buen dibujo

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2009 Copyright Juan Novelletto